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por Gina Rodríguez
06/10/2023
Cómo rescatar una suculenta etiolada: decapitación y propagación
Las suculentas, con su encanto natural y belleza única, son una adición ideal para cualquier espacio. Pero, como todos sabemos, estas plantas requieren cuidados específicos para mantener su esplendor. Uno de los problemas más comunes a los que nos enfrentamos como amantes de las suculentas es la etiolación. ¿Qué es la etiolación? Es el proceso en el cual nuestras queridas suculentas comienzan a estirarse en busca de luz, perdiendo su forma y colores característicos.
La etiolación ocurre cuando nuestras suculentas no reciben suficiente iluminación. Pueden estar ubicadas en un rincón sombrío de la casa o incluso cerca de una ventana, pero si no obtienen la cantidad adecuada de luz, comenzarán a estirarse desesperadamente. Esto puede provocar que la planta pierda su apariencia original, con hojas más pequeñas, tallos alargados y una inclinación notoria hacia un lado.
La respuesta a esta pregunta es un tanto contradictoria. Una suculenta etiolada no puede volver a su forma original; sin embargo, ¡puede recuperarse de una manera sorprendente! Para lograrlo, a menudo se utiliza una técnica conocida como "decapitación". A continuación, te guiaré a través de este proceso para que puedas realizarlo en casa cuando te enfrentes a una suculenta etiolada.
Una suculenta etiolada.
Un cuchillo afilado y esterilizado.
Cicatrizante natural (se suele usar canela en polvo, aunque no hay evidencia científica de sus resultados; una alternativa es aplicar Radix o simplemente puedes omitirlo).
Pasos para la decapitación:
Coloca la suculenta en un área de trabajo limpia y despejada
Revisa que el tallo esté sano y ubica la zona donde harás el corte, para ello considera dejar una buena parte del tallo, la cual pondrás en sustrato más adelante
Trata de hacer el corte de un solo tajo y retira las hojas que hayan quedado abajo en el tallo
Aplica el cicatrizante o enraizante en el corte.
Deja reposar la suculenta en un lugar sombreado durante 2 o 3 días, dependiendo del tamaño del tallo. Puedes colocarla sobre un pedazo de cartón o periódico.
Una vez que la herida ha cicatrizado puedes colocar en sustrato especial y acoplarla de nuevo a sus condiciones de luz.
Este proceso de decapitación es similar al esqueje, y lo que sucede a continuación es verdaderamente asombroso. La suculenta comenzará a formar raíces en el tallo cortado, creando una nueva planta.
Pero eso no es todo. Las hojas que quedaron en la planta original también son valiosas. Puedes propagar nuevas suculentas a partir de estas hojas siguiendo estos sencillos pasos:
Con cuidado, toma una hoja y muévela hacia un lado hasta que se desprenda por sí sola con un pequeño "clic".
Deja que la hoja repose durante un día o hasta que la herida cicatrice.
Coloca la hoja sobre sustrato en un lugar sombreado, con la colita hacia afuera (no es necesario enterrarla). Las raíces comenzarán a buscar su camino hacia la tierra.
Una vez que aparezcan las raíces se formará una pequeña plantita, gradualmente expónla a unas horas de sol cada día.
Puedes hacer lo mismo con las hojas que retiraste del tallo decapitado. La propagación de suculentas a partir de hojas es un proceso fascinante y gratificante que te permitirá multiplicar tus amadas plantas.
Cuidando tus nuevas suculentas:
A medida que tus suculentas recuperadas crezcan, recuerda proporcionarles la cantidad adecuada de luz, seguir un programa de riego cuidadoso y utilizar un sustrato de buena calidad. Con paciencia y dedicación, verás cómo tus plantas vuelven a su esplendor original.
Así que, la próxima vez que te enfrentes a una suculenta etiolada, no te desanimes. ¡Toma acción con la decapitación y la propagación y sé testigo de la asombrosa capacidad de recuperación de estas maravillosas plantas!